La
adolescencia es un periodo en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y
social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Su
rango de duración varía según las diferentes fuentes y
opiniones médicas, científicas y psicológicas, pero generalmente se enmarca su
inicio entre los 10 a 12 años, y su finalización a los 19 ó 20.
Para la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es el período comprendido entre
los 10 y 19 años y está comprendida dentro del período de la juventud -entre
los 10 y los 24 años-. La pubertad o adolescencia inicial es la
primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las niñas y a los 11 en
los niños y
llega hasta los 14-15 años.
La
adolescencia media y tardía se extiende, hasta los 19 años. A la
adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 hasta los 24 años.
Algunos
psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años e incluso
algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25
años.
Según
el Diccionario de
la Lengua Española,
la adolescencia es la "edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la
pubertad hasta el completo desarrollo del organismo". Se trata, por tanto,
de una edad transitoria en la que la persona se
está haciendo a sí misma en este trance entre la infancia y la
juventud.
Ciertamente,
se podría afirmar que no solamente la adolescencia es una continua transición,
sino toda nuestra vida. Un constante desfile de edades que llegan y se superan.
En ese caso, la adolescencia vendría a ser uno más de los frecuentes momentos
de crisis y cambio que
experimenta el hombre a
lo largo de su devenir histórico. Sin embargo, se trata de un período
especialmente complejo y determinante para el posteriorproceso evolutivo
de la personalidad.
De hecho, se
puede afirmar que esta etapa de la vida posee ciertos rasgos que la diferencian
de otras y que la hacen especialmente importante en el desarrollo posterior
del hombre.
La
adolescencia es un momento en nuestras vidas que como la palabra lo describe,
adolecemos de algo, y ese algo es lo que no hace tomar en muchas
ocasiones actitudes,
o normas de
vida equivocadas, o no según , el apoyo y la estima de nuestros seres más
allegados, comprendo que en este periodo de vida parecemos un barco a la deriva
que podemos encallar en cualquier puerto que puede ser bueno o malo según el
apoyo y confidencialidad que tenemos con quienes nos escuchan y nos comprenden,
en ese camino, sea corto y critico a la vez para el resto de nuestras vidas,
siempre hay personas con buenas y malas intenciones, tendremos que tener la
claridad suficiente para saber cuál de esos caminos tomar, pero para que ello
sea un éxito total
debemos tener siempre una familia que
sepa escucharnos, que sepa darse cuenta de nuestros estados de ánimo de
nuestras frustraciones para que sin pedirlos acudan a nosotros y podamos
sortear el conflicto.
Palacios y
Oliva apuntan que constituye una "etapa que se extiende, grosso modo,
desde los doce o trece años hasta aproximadamente el final de la segunda década
de la vida. Se trata de una etapa de transición en la que ya no se es niño,
pero en la que aún no se tiene el estatus de adulto".
Características generales
Todos los
individuos, durante el período de la adolescencia, presentan un mayor o menor
grado de crisis de desarrollo, es decir desde el punto de vista
práctico, el perfil psicológico es transitorio, cambiante y emocionalmente
inestable. El desarrollo de su personalidad dependerá en gran medida de la
personalidad que se haya estructurado en las y de las condiciones
sociales, familiares y ambientales que se les ofrezcan. Los cambios y
transformaciones que cubre el individuo en
esta etapa son considerablemente acusados tanto en la esfera psíquica como en
la orgánica. Algunas de las tareas que se imponen a un adolescente, incluyen:
a) Aceptar
cambios puberales; o que puedan hacerle un cambio al ser que esperamos que
llegue.
c) Identificación
y solidificación de amistades afectivas con probable experimentación grupal con
las bebidas alcohólicas, cigarrillos e incluso drogas.
d) Establecimiento
de la identidad sexual,
mostrando timidez, moralidad y
preocupación por su atractivo físico.
e) Lucha
por la identificación del «Yo», incluyendo la estructuración de su existencia
basado en esa identidad.
f) Alcanzar
la independencia, un proceso de autoafirmación, imprescindible para la madurez
social-a menudo rodeado de conflictos, resistencia y/o
interferencia con su independencia.
h) Capacidad
de controlar los períodos de depresión y
facultad de expresar necesidades personales y grupales.
Cambios físicos
En las
mujeres, durante la pubertad temprana, la ganancia de peso continúa siendo 2 kg
por año, pero luego experimenta una aceleración que llega a un máximo después
de alcanzar el punto de velocidad máxima
de crecimiento. En los varones el peso coincide con la talla, es decir, de 10 a
20 kg por año. El aumento de peso puberal viene a representar el 50% del peso
ideal del individuo adulto.
La grasa
corporal total aumenta en la pubertad temprana para ambos sexos. Más adelante
las niñas depositan grasa más rápida y extensamente que lo hacen los varones,
con predominio en miembros superiores, tronco y parte superior del muslo. En
condiciones normales, en ningún momento de la pubertad se espera que las niñas
pierdan grasa, mientras que los varones en el crecimiento rápido, pierden grasa
en los miembros y el tronco.
La mujer y el
varón prepuberales tienen igual proporción entre masa magra—tejido
muscular, huesos y
vísceras—y tejido adiposo. En el varón, el aumento de la masa magra es paralelo
al incremento de la talla y del estirón puberal en músculos y
huesos los cuales coinciden con el punto de velocidad máxima (PVM) de
crecimiento. Por el contrario, en las niñas, se continúa acumulando el tejido
adiposo en las extremidades y el tronco. Este crecimiento divergente da como
resultado que los hombres tengan hasta un 45% de su peso corporal en músculos y
las mujeres hasta un 30% de su peso corporal en grasa. Al final de la pubertad,
los varones son más pesados que las mujeres.
El
dimorfismo es muy importante para considerar el sobrepeso en el adolescente, ya
que se debe determinar si es a expensas de tejido graso o tejido magro. Los
hombros y el tórax son más anchos que las caderas en el varón y a la inversa en
las mujeres y, en relación al tronco, las piernas son más largas en el varón.
La cabeza
aumenta muy poco en tamaño, pero la cara se diferencia tomando aspecto de
adulto, sobre todo por el reforzamiento mandibular, muy evidente en el varón y
por los cambios en la nariz. Bajo las influencias de los andrógenos se
establece también una diferencia en la parte anterior del cartílago tiroides y
las cuerdas vocales que tienen el triple de longitud que en las niñas.
El crecimiento
muscular es un hecho resaltante, especialmente mientras dura el estirón de la
estatura, con predominio en el varón, sobre todo por la acción de los
andrógenos que también influyen en la adquisición de la fuerza muscular.
Por supuesto, el tamaño, la fuerza y la habilidad pueden no ser diferentes en
un varón y una mujer, dependiendo de la actividad física que desarrollen. El corazón y
los pulmones también participan en el estirón del adolescente, más marcadamente
en los varones, en quienes aumenta la presión arterial,
así como la capacidad sistólica.
En cuanto a
la dentición es importante el diagnóstico de
las caries y alteraciones mecánicas. En general se completan 28 piezas durante
la adolescencia.
De 9 a 11
años: 4 premolares
De 10 a 12
años: los segundos premolares
De 10 a 14
años: los caninos
De 11 a 13
años: los segundos molares.
De 14 a 18
años las llamadas muelas de juicio, completando la dentadura adulta.
Y en cuando
a la maduración sexual, en la adolescencia temprana y para ambos sexos, no hay
gran desarrollo manifiesto de caracteres sexuales secundarios, pero suceden
cambios hormonales a nivel de la hipófisis, como el aumento en la concentración
de gonadotropinas (hormona foliculoestimulante) y de esteroides sexuales.
Seguidamente aparecen cambios físicos, sobre todo cambios observados en la
glándula mamaria de las niñas, los cambios genitales de los varones y el vello
pubiano en ambos sexos.
Mujeres:
El
primer cambio identificable en la mayoría de las niñas es la
aparición del botón mamario. La adolescencia en las mujeres comienza a los 10 ó
12 años.
Se
caracteriza por un agrandamiento en el tejido glandular por debajo de la
areola, consecuencia de la acción de los estrógenos producidos por el ovario.
La edad de aparición es después de los 8 años puede ser unilateral y permanecer
así por un tiempo bilateral
y casi siempre es doloroso al simple roce. Al avanzar la adolescencia, el
desarrollo mamario, además de ser cuantitativo es cualitativo, la areola se
hace más oscura y grande y sobresale del tejido circundante, aumenta el tejido
glandular, se adquiere la forma definitiva, generalmente cónica y se
desarrollan los canalículos. Puede haber crecimiento asimétrico de las mamas.10
El vello
púbico, bajo la acción de los andrógenos adrenales y ováricos, es fino, escaso
y aparece inicialmente a lo largo de los labios mayores y luego se va
expandiendo. El vello púbico en algunos casos coincide con el desarrollo
mamario y en otros puede ser el primer indicio puberal. Típicamente comienza a
notarse a los 9 ó 10 años de edad. Al pasar los años, el vello pubiano se hace
más grueso y menos lacio, denso, rizado y cubre la superficie externa de los
labios extendiéndose hasta el monte de Venus, logrando la forma triangular
característica adulta después de 3 a 5 años (más o menos entre los 15 y 16 años
de edad). El vello axilar y corporal aparece más tarde.
Los
genitales y las gónadas cambian de aspecto y configuración. Los labios mayores
aumentan de vascularización y en folículos pilosos, hay estrogenización inicial
de la mucosa vagina, los ovarios y el cuerpo del útero aumentan en tamaño. Las
trompas de Falopio aumentan después de tamaño y en el número de pliegues en su
mucosa. Los labios menores se desarrollan, los labios mayores se vuelven luego
delgados y se pigmentan y crecen para cubrir el introito. La vagina llega a 8
cm de profundidad y luego de 10 – 11 cm. Por efectos estrogénicos, la mucosa se
torna más gruesa, las células aumentan
su contenido de glucógeno y el pH vaginal
pasa de neutro a ácido un año antes de la menarquía. Se desarrollan las
glándulas de Bartolini, aumentan las secreciones vaginales, la flora microbiana
cambia con la presencia del bacilo de Doderlein, la vulva sufre modificaciones
en su espesor y coloración, el himen se engruese y su diámetro alcanza 1 cm.
La
menarquía, que es la primera aparición del ciclo menstrual, aparece precedida por un flujo claro, inoloro, transparente y
bacteriológicamente puro que tiene aspecto de hojas de helecho al microscopio. La
menarquía tiende a ocurrir a los 11 o 12 años, aunque puede aparecer en la
pubertad avanzada. (8-10 años).
Hombres
La
Adolescencia en los hombres comienza a los 12 ó 13 Años. Los testículos
pre-puberianos tienen un diámetro aproximado de 2,5 a 3 cm, el cual aumenta
obedeciendo a la proliferación de los túbulos seminíferos. El agrandamiento del
epidídimo, las vesículas seminales y la próstata coinciden con el crecimiento
testicular, pero no es apreciable externamente. En el escroto se observa un
aumento en la vascularización, adelgazamiento de la piel y
desarrollo de los folículos pilosos.
La
espermatogénesis es detectada histológicamente entre los 11 y 15 años de edad,
y la edad para la primera eyaculación es entre 12 y 16 años. El pene comienza a
crecer en longitud y también a ensancharse aproximadamente un año después de
que los testículos aumenten de tamaño. Las erecciones son más frecuentes y
aparecen las poluciones nocturnas.
El vello
sexual aparece y se propaga hasta el pubis, más grueso y rizado. Puede
comenzarse el vello axilar y en ocasiones, en el labio superior. El vello en
los brazos y piernas se torna más grueso y abundante alrededor de los 14 años
de edad. Aumenta la actividad (glándula suprarrenal/apocrina) con aparición de
humedad y olor axilar, igual que el acné.
En esta fase
de adolescencia unos autores la han divido en tres etapas de desarrollo
individual y familiar:
1. Adolescencia
temprana: Donde inicia el desinterés por los padres, se buscan relaciones con
compañeros del mismo sexo, se pone a
prueba la autoridad, se
cela la intimidad. Así como el desarrollo de capacidades cognitivas, el dominio de
la fantasía, la inestabilidad emocional y la falta de control de
impulsos.
2. Adolescencia
media: Se intensifican los conflictos con
los padres, la relación con los compañeros y la experimentación sexual. Se
conforman sentimientos de invulnerabilidad y conductas omnipotentes.
3. Adolescencia
tardía: El adolescente llega a sentirse más próximo a sus padres y a sus valores, da
prioridad a las relaciones íntimas. Desarrolla su propio sistema de
valores e identidad personal y
social que le permite intimar.
Algunos
otros han incluido dos etapas más: a) la preadolescencia, conceptualizada como
la maduración física de la pubertad; se presenta también una gran
curiosidad sexual, la necesidad de amigos y defensas de tipo religiosas e intelectuales para calmar la ansiedad ante la ruptura con la infancia; y b) la
postadolescencia, en la cual se concreta la personalidad, hay independencia
económica y se logran armonizar los deseos y las elecciones.
Evaluación del desarrollo puberal
Para
evaluar el estado de
desarrollo puberal se utilizan las tablas diseñadas por Tanner, quien dividió
en 5 grados el desarrollo mamario, el de vello púbico y genital. Estas tablas
son usadas universalmente y permiten una evaluación objetiva
de la progresión puberal.
Grados de Tanner del desarrollo mamario. (Véase Anexo: Figura 1)
Grado I: o
prepuberal, no hay tejido mamario palpable, sólo el pezón protruye, la areola
no está pigmentada.
Grado II: se palpa
tejido mamario bajo la areola sin sobrepasar ésta. Areola y pezón protruyen
juntos, con aumento de diámetro areolar. Es la etapa del botón mamario.
Grado III: se
caracteriza por crecimiento de la mama y areola con pigmentación de ésta; el
pezón ha aumentado de tamaño; la areola y la mama tienen un solo contorno.
Grado IV: existe
mayor aumento de la mama, con la areola más pigmentada y solevantada, por lo
que se observan tres contornos (pezón, areola y mama).
Grado V: la mama es
de tipo adulto, en la cual sólo el pezón protruye y la aréola tiene el mismo
contorno de la mama.
Grados de Tanner del desarrollo del vello púbico, para ambos sexos. (Véase
Anexo: Figura 2)
Grado I, o
prepuberal, no existe vello de tipo terminal.
Grado II: existe
crecimiento de un vello suave, largo, pigmentado, liso o levemente rizado en la
base del pene o a lo largo de labios mayores.
Grado III: se
caracteriza por pelo más oscuro, más áspero y rizado, que se extiende sobre el
pubis en forma poco densa.
Grado IV: el vello
tiene las características del adulto, pero sin extenderse hacia el ombligo o
muslos.
Grado V: el vello
pubiano es de carácter adulto
con extensión hacia la cara interna de muslos. Posteriormente, en el varón el
vello se extiende hacia el ombligo; algunos autores esto lo consideran como un
grado VI.
Grados de Tanner del desarrollo genital en el varón. (Véase Anexo: Figura
3)
Grado I: los
testículos, escroto y pene tienen características infantiles.
Grado II: el pene no
se modifica, mientras que el escroto y los testículos aumentan ligeramente de
tamaño; la piel del escroto se enrojece y se modifica su estructura,
haciéndose más laxa; el tamaño testicular alcanza un diámetro mayor superior a
2,5 cm.
Grado III: se
caracteriza por testículos y escroto más desarrollados (testículos de 3,3 a 4
cm); el pene aumenta en grosor.
Grado IV: hay mayor
crecimiento peneano, con aumento de su diámetro y desarrollo del glande, los
testículos aumentan de tamaño (4,1 a 4,5 cm) y el escroto está más desarrollado
y pigmentado.
Grado V: los
genitales tienen forma y tamaño semejantes a los del adulto, largo testicular
mayor de 4,5 cm.
La edad de
inicio puberal ha cambiado en las ultimas centurias. Estudios de edad de
menarquia en países industrializados, demuestran que ésta ha disminuido
aproximadamente 2 a 3 meses por década en los últimos 150 años, habiéndose
estabilizado en los últimos años. Esta tendencia secular de la pubertad, se
atribuye a las mejores condiciones ambientales, especialmente nutrición, situación socioeconómica y condiciones
de salud de la población. En la
actualidad se considera normal que la pubertad se inicie entre los 8 y 13 años
en las niñas y los 9 a 14 años en los varones. En general, entre el inicio y el
término de los eventos puberales transcurren entre 4 a 5 años.
En el varón,
el primer signo puberal es el aumento de tamaño testicular, producto fundamentalmente
de la proliferación de los túbulos seminíferos. Se considera puberal un tamaño
testicular igual o mayor de 2.5 cm de largo, lo que corresponde a 4 ml.
Este volumen testicular
se alcanza a una edad promedio de 11.6 años, aumentando gradualmente hasta
llegar a 20 o 25 ml, que es el tamaño adulto. El crecimiento testicular
habitualmente es simétrico, y cuando se presentan asimetrías importantes, no es
raro que correspondan a hipertrofias compensatorias a un teste contralateral
que ha estado sometido
a alguna injuria (orquidopexia, herniorrafia). Poco después del crecimiento
testicular se inicia el crecimiento peneano y del vello púbico. El desarrollo
del pene y testículos se completa en alrededor de 3,5 años; el vello axilar
aparece en promedio dos años después del pubiano. El desarrollo del vello
facial ocurre en etapas tardías, habitualmente después de los cambios en la voz
y de la aparición del acné. La próstata y vesículas seminales crecen en forma
paralela al pene y testículos.
El estirón
puberal en el hombre es más tardío y de mayor magnitud que en la mujer. El
incremento de la velocidad de crecimiento se inicia alrededor de los 13 años,
alcanzando una velocidad máxima de 10 a 12 cm/año, aproximadamente dos años después
de iniciada la pubertad. La ganancia promedio en talla durante la pubertad es
de 28 a 30 cm. En general, el crecimiento se detiene alrededor de cuatro a seis
años después del inicio puberal. El incremento de peso, generalmente es
concomitante con el de talla.
La edad de
los primeros orgasmos y eyaculaciones varía considerablemente, y aunque en 2/3
de los varones ocurre alrededor de los 14 años, puede ser un evento bastante
tardío.
La
ginecomastia es un fenómeno normal en la pubertad, ocurre en el 75% de los
varones. Habitualmente se presenta 1 a 1.5 años después del inicio puberal y
persiste por 6 a 18 meses. Aunque el tamaño es muy variable, excepcionalmente
requiere resección quirúrgica.
En el 85% de
las niñas, el primer signo de desarrollo puberal es la aparición del botón
mamario o telarquia, seguido muy de cerca por el crecimiento del vello púbico.
La telarquia puede ser unilateral por varios meses, a veces bastante sensible y
de consistencia firme. La edad promedio de aparición son los 10,5 años, completando
su desarrollo en aproximadamente 4 años. En un 95% de las niñas, ambos hechos
aparecen entre los 8 y 13 años.
La menarquia
se presenta 1,5 a 2 años después de la telarquia, generalmente entre los grados
III y IV del desarrollo mamario. La edad promedio de presentación en Chile es
de 12,6 años. Durante los dos años posteriores a la menarquia, alrededor de un
50% de los ciclos son anovulatorios.
El aumento
de la velocidad de crecimiento ocurre precozmente, incluso puede preceder a la
aparición del botón mamario. La máxima velocidad de crecimiento en talla se
presenta antes de la menarquia, lográndose después de ella un crecimiento
adicional de 2 a 7 cm. La ganancia total en talla durante la pubertad es de 22
a 25 cm. La ganancia de peso, junto con la distribución típica
de la grasa (en caderas, muslos y nalgas), suele ser más tardía que el
incremento de la talla. La máxima ganancia de peso ocurre entre los 12,1 y 12,7
años. El índice de masa corporal promedio durante la pubertad, aumenta de 16,8
a 20.
En los
genitales externos, se observa crecimiento de los labios mayores y menores, la
mucosa se torna húmeda, brillante y más rosada, y próximo a la menarquia
aparece una secreción blanquecina mucosa. Estudios de ultrasonografía pelviana
han permitido demostrar que el ovario prepúber no sobrepasa los 0,9 ml,
observándose frecuentemente folículos menores a 0,7 ml. Durante la pubertad el
ovárico incrementa su volumen de 2 a 12 ml. El tamaño uterino no varía
significativamente entre los 6 meses a los 10 años de edad, considerándose
normal en la niña prepúber un largo uterino máximo de 3,5 cm. En la pubertad
inicial de su forma tubular cambia a piriforme, e incrementa su largo hasta 8 cm.
Evaluación integral
La
evaluación integral del adolescente comprende el Control de Crecimiento y
Desarrollo, a través del cual se obtiene información referida
a la salud del adolescente, el mismo que será complementado con la información
recogida durante la atención del
motivo de consulta; esta información servirá para la elaboración del plan de
atención individualizado. El proceso requerirá de más de una sesión, para ser
completada ya que incluye:
a. Evaluación
del crecimiento físico y estado nutricional.
b. Evaluación
del desarrollo sexual.
c. Evaluación
de la agudeza visual.
d. Evaluación
de la agudeza auditiva.
e. Evaluación
físico postural.
f. Evaluación
del desarrollo psicosocial.
Evaluación del crecimiento físico y estado nutricional
Para la
evaluación del estado nutricional la técnica más utilizada es la antropometría,
utilizando las medidas de peso y talla, los indicadores recomendados
para la población adolescente son el cálculo del
índice de masa corporal (IMC) y el índice de talla para la edad (T/E). Los
patrones de referencia utilizados son los recomendados por la NCHS (National
Center for Health Statistics).
Procedimiento
para la evaluación del estado nutricional:
1. Se
obtendrá el peso y la talla del/la adolescente observando rigurosamente la
técnica antropométrica establecida.
2. Calcular
el Índice de Masa Corporal (IMC) de acuerdo a la siguiente fórmula:
3. Registrar
en las tablas de IMC de acuerdo al sexo del/la adolescente.
4. Clasificar
el estado nutricional de acuerdo al percentil obtenido.
Véase en Anexo: Tabla Nº 01
Procedimiento
para la evaluación del crecimiento:
1. Se
obtendrá la talla del/la adolescente observando rigurosamente la técnica
adecuada.
2. Registrar
en las tablas de Talla para la Edad (T/E) de acuerdo a la edad y sexo del/la
adolescente.
3. Clasificar
el estado del crecimiento de acuerdo al percentil obtenido.
Véase en Anexo: Tabla Nº 02
4. La
velocidad de crecimiento se evalúa observando la curva graficada a partir de
dos mediciones de la talla, las mismas que estarán separadas por un intervalo
de tiempo mínimo de 3 meses. Se considera una velocidad de crecimiento normal
cuando la curva de crecimiento es paralela a los percentiles establecidos como
normales, considerar que:
La velocidad
de crecimiento prepuberal es de 5 a 6 cm. cada año
La velocidad
de crecimiento puberal es de 10 a 12 cm. cada año
5. Una
vez determinada la clasificación, se debe mantener el control subsecuente de
acuerdo con los hallazgos:
Si el
crecimiento y estado nutricional del adolescente son normales, se debe citar al
control anual establecido.
Si el
crecimiento y el estado nutricional muestra alguna
alteración (peso menor al esperado, sobrepeso o talla ligeramente alta o
ligeramente baja), incluir el seguimiento dentro del plan de atención.
En caso de
encontrar alteraciones en el crecimiento y estado nutricional, investigar las
causas probables (enfermedades, malos hábitos, alteraciones del apetito,
actividad física, entorno familiar, etc.) e indicar tratamiento, referencia y/o
medidas complementarias en el Plan de Atención Integral.
Si él o la
adolescente se encuentran con desnutrición, obesidad, talla
baja o alta, se le refiere a un servicio de
atención especializado. Una vez resuelto el problema, se continua con el resto
de actividades del Plan de Atención Integral, en el primer nivel.
Si a
la observación clínica
o como producto de la evaluación integral se identificaran en el/ la
adolescente signos o
síntomas de algún problema de salud física o nutricional, se le indicará una
evaluación bioquímica nutricional.
Conocido el resultado se le dará el tratamiento debido o se referirá al
establecimiento con capacidad resolutiva, continuando en el primer nivel con el
Plan de Atención Integral.
Véase en Anexo: Tabla Nº 03
Evaluación del desarrollo sexual según Tanner
En general y
a nivel mundial, se observa un inicio cada vez más temprano de la pubertad, es
decir la aparición de los caracteres sexuales secundarios. El desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios se evalúa con los estadios de maduración
sexual modelo según
Tanner.
La
evaluación del desarrollo sexual del adolescente según Tanner, se puede
realizar de dos maneras:
Examen del
desarrollo sexual propiamente dicho.
Tamizaje mediante gráficas
Esta
modalidad de evaluación se aplicará en el primer nivel de atención y estará a
cargo del personal de salud capacitado en el tema.
Para
realizarlo, se requiere disponer de las gráficas o cartillas de desarrollo
sexual para mujeres y para varones según modelo Tanner.
a. Explique
al adolescente la importancia de conocer cómo está creciendo y madurando. Para
ello, dígale, que le mostrará unas gráficas donde se puede observar el
desarrollo de las personas desde que son niños hasta adultos.
b. Muestre
la gráfica de varón o mujer, según se trate de un o una adolescente.
c. Solicite
que mire las gráficas y que señale aquella, que se asemeje más a su desarrollo
físico sexual.
d. Proceda
a comparar el desarrollo físico sexual señalado por la/el adolescente, con la
edad que previamente ha consignado.
e. Una
vez clasificado el estadio de desarrollo sexual que le corresponde, proceda a
registrarlo en la HC.
Examen del desarrollo sexual propiamente dicho
Este examen
debe ser hecho por profesional de salud capacitado y especializado. Cuando no
se cuente con el personal médico se deberá hacer la referencia al
establecimiento con capacidad resolutiva.
Este examen
solo deberá realizarse cuando sea estrictamente necesario para establecer un diagnóstico.
Requiere de la presencia y autorización del padre/ madre o tutor (a).
Cuando
existan obstáculos por parte del adolescente para realizar el examen, o sus
padres no han autorizado el examen o no están presentes, se debe posponer a una
consulta posterior hasta lograr la condiciones ideales.
Es necesario
encontrar un delicado equilibrio entre
la "no-agresión" al adolescente y la pérdida de oportunidad para el
diagnóstico y tratamiento de riesgos para
su salud. Algunas/os adolescentes quieren
reafirmar su normalidad y esperan ansiosas/os este examen, otras/os manifiestan
pudor o temor a lo desconocido.
El
procedimiento que deberá ser realizado por profesional de salud capacitado es
como sigue:
a. Explique
al adolescente el objetivo del
examen y cómo se realizará el procedimiento, mostrándole los elementos a
utilizar en el mismo (espéculo, orquidómetro).
b. Antes
de comenzar el examen cerciórese de tener a mano todos los elementos necesarios
para un buen y adecuado examen, ejemplo espéculos adecuados (en el caso de las
mujeres).
c. Realice
el examen con suavidad y paciencia, respetando su pudor y sus tiempos.
d. Si
la/el adolescente no ha iniciado relaciones sexuales, es muy joven y presenta riesgos que justifiquen el examen, por lo
menos uno de sus padres o tutor debe autorizar el procedimiento.
e. Cubra
al adolescente. No es preciso que esté totalmente desvestida/o.
f. Promueva
que la/el adolescente participe activamente y colabore con la exploración.
g. Si
el padre o la madre prefiere esperar afuera o el adolescente acude solo, otro
profesional de la salud (médico, enfermera, obstetriz, etc.) deberá estar
presente durante el examen. Será una gran ayuda en las técnicas de
exploración y para cubrir los aspectos éticos-legales, en particular cuando el
profesional de salud que realiza el examen es del sexo contrario al del
adolescente.
h. Mientras
se realiza el examen de las mamas y genitales a la adolescente se le debe
enseñar a reconocer su anatomía, como forma de distinguir futuras alteraciones.
Puede emplearse un espejo para familiarizar a la adolescente con la anatomía de
sus genitales externos.
Clasificación de la madurez sexual.
Según los
hallazgos obtenidos de la evaluación, la madurez sexual se clasifica, de la
siguiente manera:
Adecuada: Cuando
los caracteres sexuales secundarios y crecimiento de los órganos genitales
presentan un desarrollo correspondiente a su edad y sexo, teniendo en cuenta
los rangos normales (ver anexo).
Precoz: Cuando
los caracteres sexuales secundarios y crecimiento de los órganos genitales
presentan un desarrollo mayor que los correspondientes a la edad y sexo
(habitualmente antes de los 9 años de edad).
Retardada: Cuando no
hay presencia de caracteres sexuales secundarios a los 14 años.
Si la
maduración sexual es adecuada, se debe citar al control anual establecido.
Si la
maduración sexual es precoz o retardada, se deberá referir a un servicio de
atención especializada y una vez solucionada ésta, continuar con el plan de
atención integral en el primer nivel.
¿Para qué y cómo realizar el examen genital en las/los adolescentes?
Este examen
busca detectar la presencia de signos de alguna posible anomalía y debe ser
realizado por un profesional de salud capacitado o especializado, en presencia
del familiar y con la aceptación del examinado. NUNCA A SOLAS.
En adolescentes sin inicio de relaciones sexuales.
Examinar
mamas en el varón y la mujer.
Inspeccionar
genitales externos en varones y mujeres.
Valorar el
vello pubiano en varones y mujeres.
Valorar el
tamaño del clítoris.
Evaluar
secreciones vaginales normales o anormales.
Inspeccionar
el himen: características, permeabilidad.
Inspeccionar
la vagina: permeabilidad, malformaciones.
Examinar el
pene: longitud, lesiones, corrimiento del prepucio, hipo o epispadias.
Examinar los
testículos: ausencia, tamaño, tumoraciones, varicocele, hidrocele.
Evaluar
lesiones perineales/genitales en varones y mujeres.
En adolescentes con inicio de relaciones sexuales
Además de lo
anterior, si corresponde:
Inspeccionar
el cuello uterino y la vagina con espéculo.
Realizar
tacto vaginal.